agosto 07, 2012

Dos Cerebros En Uno



Lateralización
Ambos hemisferios cerebrales parecen espejos uno de otro, sin embargo bajo una inspección más minuciosa se notan las diferencias estructurales, estudios conductistas revelan que éstas influyen en diferencias en comportamiento. La investigación denota una división, el hemisferio izquierdo se encarga principalmente del lenguaje y el derecho de las habilidades espaciales; sin embargo esta visión, que se mantuvo por mucho tiempo, es muy simplista. Actualmente se prefiere una visión de “formas de proceso” donde no es tanto que analiza cada hemisferio sino cómo. Mientras el izquierdo es analítico-secuencial el derecho es holísta-paralelo, es decir el izquierdo encara problemas analizando las partes y las relaciones entre ellas mientras el derecho tiende a verlas como un todo. A pesar de esta especialización el cerebro funciona como unidad, parte importante de esto es la comunicación entre hemisferios llevada a cabo principalmente por el cuerpo calloso. Prueba de esto el experimento realizado por Sergent (1990) en donde a pacientes con síndrome del cerebro dividido se presentaron dos fotografías, una a cada campo visual. Los pacientes tuvieron problemas para decir si las fotografías eran de la misma persona o no, lo que a un individuo normal no presentaría desafío incluso si las fotografías fuesen desde diferentes ángulos.

Aunque el cuerpo calloso no termina de desarrollarse hasta la adolescencia tardía la lateralización está presente desde muy temprana edad, se notó un incremento de la actividad neuronal en el hemisferio izquierdo en niños de tan poco como una semana de vida al ser expuestos a estímulos verbales como Pa o Ba y un incremento en la actividad del hemisferio derecho al ser expuestos a estímulos auditivos no verbales como campanas.

Daño unilateral
En sujetos con daño en el hemisferio derecho se nota una disminución de las capacidades espaciales, discriminación de tonos y reconocimiento facial, mientras el daño en el hemisferio izquierdo resulta en una disminución de las capacidades lingüísticas, por ejemplo el daño en el lóbulo frontal izquierdo afecta la fluidez lingüística (del tipo “diga todas las palabras con T que recuerde”) y no la fluidez de diseño (del tipo “dibuje todas las figuras con 5 líneas que pueda”), pero la relación entre daño y disminución de capacidades es difícil de generalizar meramente con estudios de caso. Hay más control si se trata de ablación debida a tumores ya que se pueden tomar test antes y después de la cirugía dando un parámetro de control.

Asimetría
Hay diversas formas de investigar la lateralización en individuos normales, por ejemplo se pueden presentar dos estímulos auditivos diferentes, uno a cada oído, y pedir al sujeto que reporte lo que está escuchando. Se nota que el estímulo presentado al oído derecho se reconoce con un poco más facilidad, presumiblemente porque al ir a la parte izquierda del cerebro se procesa directamente, mientras si es presentado al oído izquierdo va a la parte derecha de donde tiene que pasar a la izquierda para un análisis más profundo. El mismo efecto se nota al presentar palabras, por muy poco tiempo, escritas al ojo derecho y se invierte si el estímulo presentado es un rostro.

Síndrome del cerebro dividido
Algunos años atrás cuando las drogas antiepilépticas no eran tan efectivas habiendo agotados los otros tratamientos se sometía a los pacientes a una operación que dañaba el cuerpo calloso para evitar ataques bi-laterales. Los pacientes tomaron baterías de test antes y después de la operación y sus habilidades permanecieron relativamente estables. Al estudiar más la naturaleza del síndrome de cerebro dividido, Gazzaniga y Hillyard (1971), notaron que cuando un estímulo,la palabra auto, era presentado brevemente al campo visual izquierdo (hemisferio derecho) no podían leerla, pero podían seleccionar un auto pasando la mano izquierda detrás de una cortina donde se encontraban diferentes objetos, sin poder explicar por qué lo habían hecho.


Sergent, J. (1990). Further incursions into bicameral minds. Brain citado por Introducing Neuropsychology – John Stirling. Psychology Press 2002
Gazzaniga, M.S., ; Hillyard, S.A. (1971). Language and spatial capacity of the right hemisphere.  Neuropsychologia citado por Introducing Neuropsychology – John Stirling. Psychology Press 2002

Conformidad de Asch



Para el experimento de Asch (1951) a un participante se le pedía responder a una pregunta muy sencilla, "¿Cuál de las líneas de la derecha es igual a la de la izquierda?" la respuesta era evidentemente 2. Lo que el participante no sabía era que todas las otras personas, convenientemente antes de él, eran confabulados puestos ahí específicamente para dar una respuesta errónea. Después de escuchar a 7 personas respondiendo algo evidentemente incorrecto, ¿Qué haría el participante?.

 En 12 de las 18 iteraciones todos los confabulados dieron una respuesta errónea; en promedio más o menos un tercio de los participantes siguió a la mayoría dando la misma respuesta errónea. Teniendo en cuenta las 18 iteraciones, cerca del 75% de los participantes siguió a la mayoría por lo menos una vez. Al entrevistarlos posteriormente, la mayoría dijo que lo hizo por miedo al ridículo y algunos dijeron que realmente creían que esa era la respuesta correcta. Aparentemente la gente "sigue a la mayoría" principalmente por dos motivos: Para ser parte del grupo (influencia normativa) o porque piensa que el grupo está mejor informado de lo que están ellos (influencia informativa).

 En 1980, Perrin y Spencer sugirieron que el experimento de Asch era "hijo de su tiempo" y lo replicaron con estudiante de ingeniería, matemática y química, en sólo una de las 396 iteraciones el participante siguió al grupo. Se dijo que un cambio cultural bajó el valor social que tenía la obediencia en los estudiantes. 


 Asch, S. (1951) Effects of group pressure upon the modification and distortion of judgement. In H. Guetzkow (ed.) Groups, leadership and men. Pittsburgh, PA: Carnegie Press